jueves, 28 de noviembre de 2013

XIII, MI COMPAÑERO PARKINSON

Llevo varios días sin escribir en el blog, el motivo es porque carezco de tiempo, estoy realmente muy ocupado. Pero ello no es excusa, pues hace unos meses me comprometí conmigo en ir contando casi a diario mis experiencias con el Parkinson. Por lo que me cuentan, sé que mis narraciones ayudan a muchos parkinsonianos a encender una bombillita interior que les dice no todo está perdido. En efecto, la enfermedad de Parkinson no la debemos tomar como un final sino como el principio de otra forma de vida. Creo que no se debe caer en el sentimiento de infortunio por padecer esta anomalía física; no, no se debe caer, sino que hay que luchar y continuar hacia adelante. Cada uno debemos hacerlo como mejor sepamos, echando un pulso a diario a la enfermedad. Sé que es muy complicado, pero también sé que es el único modo de controlarlo.
Por ello, cuando nos venga alguna crisis, de ésas que dan a diario, en vez de acongojarnos y hundirnos en nuestra desgracia, debemos plantarle cara, aunque comprendo que es muy difícil, y llevarla a nuestro terreno. De este modo, cada día que transcurra tendremos la autoestima más alta y un mayor control sobre el Parkinson.
Quiero que penséis que nada hay acabado, no podemos acomodarnos en sentarnos en un banco a tomar el sol mientras la vida pasa porque tenemos Parkinson. No, me revelo. Tenemos que ser fuertes y saber tirar hacia delante. Habrá veces que no logremos superar esas fases en soledad, aunque es lo propio, entonces deberemos recurrir a nuestros familiares y amigos, no debe de darnos vergüenza ni pudor. Piensa que si ellos estuvieran en la misma tesitura tú lo ayudarías.
Por último, decir que es conveniente tener un especialista con el que contar. Yo nunca creí que fuera necesario, hasta el día que conocí a una psicóloga experta en la enfermedad del Parkinson. Ella me infundió la seguridad y la tranquilidad que yo necesitaba para continuar en esta cruzada. Proporcionándome un ímpetu que nunca tendré modo con que agradecérselo. Esta mujer, no es otra que Ana Rodríguez, gerente de Parkinson Granada.

5 comentarios:

  1. Me gusta mucho lo que has escrito hoy, es un mensaje cargado de optimismo, de energía, de ganas de luchar. Me alegro que te sientas así.
    Te agradezco muchísimo las palabras que me dedicas, es muy satisfacción personal saber que te he ayudado.

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  2. Creo que vas aceptando la nueva situacion ,que puede ser mejor que la anterior.Y si tenemos una muy ,muy buena psicologa

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  3. Que pretendes?.Lo mismo te molesta si te pregunto.Si es así no tienes que contestame.Gracias.

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    1. Tus palabras nunca me molestarían. Pretendo ayudar a aquellos que se encuentran deprimidos por la enfermedad y no saben afrontarla.

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