sábado, 30 de noviembre de 2013

XIV, MI COMPAÑERO PARKINSON

 Anoche recibí un e.mail de un seguidor del blog, la persona no se definió si era hombre o mujer, tan sólo me relató una serie de hechos que está viviendo.
Me contaba que tenía Parkinson desde los 35 años y que en la actualidad ronda los cincuenta. Durante los años que lleva con la enfermedad ha pasado por todos los estados anímicos y de salud propios del mal. Pero que éstos no son nada perniciosos si los comparamos con el infierno que está viviendo a nivel familiar, contándome que su pareja no asume la EP y que desprecia su situación en ocasiones. En especial cuando tiene momentos de recaída, circunstancia que aprovecha para vapulearle a nivel emocional. Esto le causa, me seguía relatando, un estado de rigidez enorme, imposibilitándole poder moverse y provocándole una serie de reacciones incontroladas en su organismo.
Imagino que esta persona busca que yo le ofrezca mi ayuda, pero yo no soy experto en estos menesteres. Lo único que puedo decirle es que para los enfermos de Parkinson el estrés, soportar altos grados de tensión y llevar una vida inestable es algo que no deben aguantar, pues los síntomas se recrudecen provocando un estado anímico complicado de sobrellevar. Le diría que vele por su salud lo primero y que eluda estas situaciones, aunque tenga que rehacer su vida. Pues del otro modo, la vida terminará con él/ella.
Si alguien puede ofrecer su experiencia, para ayudar a esta persona, tiene las puertas abiertas en este blog.

 

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